sábado, 10 de diciembre de 2016

Una necesidad apremiante

Antes de comenzar a entrar en materia, conviene detenerse a explicar qué es lo que pretendemos con este blog.

El encuentro nació de la experiencia de la parroquia Santo Domingo al dar un taller en el ENE (www.encuentroene.com) en el que trataron de compartir su experiencia. El taller gustó y se les pidió dar uno más, y a raíz del mismo fueron muchos los que se acercaron a pedir ayuda a esta parroquia de la diócesis de Alcalá que apenas acaba de comenzar en esto de la Nueva Evangelización.

Alpha España y la parroquia Santo Domingo decidieron lanzar el encuentro, pues la experiencia cotidiana de quienes como Alpha trabajan en la Iglesia promoviendo el Primer Anuncio. es que hay una gran sed de encontrar modelos que seguir de entre sacerdotes, parroquias y laicos.

Si algo ha puesto en evidencia la llamada a la Nueva Evangelización que lleva haciendo la Iglesia desde hace décadas, es lo poco preparados que estamos para el cambio que supone la misma. Bendito problema con el que te encuentras cuando te lanzas a promover una experiencia de primer anuncio y te das cuenta de que hace falta mucho más que unas cuantas charlas, eventos o misiones para configurar una comunidad cristiana.

Despúes del primer anuncio viene el discipulado, y durante años la gente que ha acudido al ENE se ha grabado a fuego en la mente y el corazón estas dos palabras (anuncio y discipulado) que explican los pasos que hay que dar para "reiniciar" el ciclo de la Iglesia  (evangelizar, discipular, enviar).

Pero eso no es todo, si queremos no conformarnos con «dejar las cosas como están» (Evangelii Gaudium 25), hay algo que falta en la propuesta de volver al primer anuncio y al discipulado.

Lo que falta son los líderes: personas llamadas por Dios a conducir a otros en el proceso de cambio, a conformar comunidades, a llevar la Buena Nueva al mundo entero.

Y no solo eso, falta una genuina cultura de liderazgo en nuestra Iglesia. Una que vaya más allá de individualismos y sacerdotes "superman" y "super santos" pero que acaban quemados y agotados sin ver apenas fruto ante tan ingente labor.

Como le dice su suegro Jetro a Moisés en Éxodo 18,17 si seguimos como vamos nos vamos a cansar  inutilmente (los sacerdotes y el pueblo) porque la tarea es demasiado grande como para que nadie la haga solo.

Por eso, si queremos realizar una verdadera conversión pastoral, hablar de liderazgo para realizarla es algo más que una idea que nos suena a libro de empresa o a importación cultural americana; es una necesidad apremiante que tiene un fundamento profundamente espiritual.

Dios llama a personas, a construir comunidades, y capacita a sus elegidos para la labor constituyendo a unos  apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros (Efesios 4,11).

En virtud del bautismo es responsabilidad de todos los bautizados asumir este liderazgo profético del que nos inviste Dios y al que nos llama la Iglesia.

¿Te atreves a lanzarte a la aventura de la conversión pastoral?

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