5. LA PARROQUIA DEL SIGLO XXI
Las cifras de ordenaciones sacerdotales en Europa son claras. Cada vez hay menos sacerdotes y más envejecidos. Regiones que parecían muy católicas hace 10 años ven que ahora las familias ni siquiera se molestan en bautizar a los niños o apuntarlos a catequesis. Los que acuden para bodas, bautizos o primeras comuniones son consumidores de sacramentos, no son enamorados de Jesucristo. Requerirían una atención muy personalizada para acercarlos a Cristo pero lo que se encuentran son estructuras caducas que no generan conversiones.
"En Alpha tratamos con mucha gente de Dios que pide recetas pero luego no quiere cambiar la estructura de la parroquia", denunció Tote Barrera de Cursos Alpha. "Si metes Alpha en tu parroquia sin cambiar nada más, tendrás sólo un poco de fruto. Para tener plenitud necesitas cambiar tu parroquia: pon el kerigma en el centro, prepara después las ofertas de discipulado, y cambia toda la parroquia, quita las estructuras caducas, para que faciliten esto".
Tote exhortó: “Hay que creer en la Iglesia diocesana, es la hora de la Iglesia diocesana,es la corriente, la ola que puede crecer, la iglesia local, lugar de redención, vida, comunidad, que puede reformarlo todo”.
Pero para eso hay que cumplir Evangelii Gaudium 25: “Espero que todas las comunidades pongan los medios necesarios para la conversión pastoral y misionera”, “invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar objetivos, estructuras, estilos y métodos”.
Una cosa que se ha comprobado es que "Las iglesias que crecen son las que están estructuradas celularmente, mientras que en España las parroquias no están estructuradas así, no tienen grupos pequeños donde rendir cuentas, hablar, orar con conocidos. La parroquia debe aprender a organizarse en células, donde nadie será un número anónimos. Nuestra parroquia no está preparada para acoger al converso reciente, que necesita un camino y un discipulado".
Teresa Valero, casada, con dos hijas, delegada de evangelización de la diócesis de Solsona, después de varios años viajando por España y Europa para explorar lo que sucede en evangelización, tiene algunas ideas claras.
"Los párrocos se estresan dando sacramentos a gente que no son fieles de verdad. Se gastan muchos esfuerzos en reuniones y edificios que apenas se dedican a 10 o 20 fieles que morirán en pocos años. Hay consejos parroquiales cuyos miembros ni creen ni practican, o incluso combaten contra el Magisterio. Hay buenos programas de catequesis y novios para niños y parejas que luego no volverán a la parroquia nunca. Es una Iglesia en la UVI. Vemos muchos párrocos desalentados, a punto de tirar la toalla y me duele en el corazón. Esta iglesia lucha contra sus estructuras caducas”, analiza.
Pero Teresa cree que el cambio positivo está llegando ya, y el encuentro de Algete, con sus 60 sacerdotes acompañados de sus colaboradores, es un ejemplo.
"Hay que evangelizar como comunidad, no como francotirador, y ya vemos comunidades encendidas por el Espíritu Santo, párrocos acompañados de colaboradores, que salen para renovar la sociedad. En Solsona llegó un momento en que dijimos: 'no haremos más actividades para evangelizar alejados mientras no haya estructuras para acoger y discipular a los conversos".
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